El tendón de Aquiles es una fuerte estructura fibrosa que une los músculos de la parte trasera de la pantorrilla con el hueso del talón. Puede producirse su rotura con un desgarro o de forma espontánea. Se trata de una de las lesiones más comunes y ocurren principalmente en las personas que practican deportes como tenis, padel, running o futbol.
Si el tendón de Aquiles se desgarra, podrás oir como un chasquido y notar como si te hubieran dado una pedrada en el tendón. Irá seguido inmediatamente de un dolor agudo en la parte trasera del tobillo y la pantorrilla y que habitualmente afecta a la capacidad de caminar normalmente.
El tratamiento para la rotura del tendón de Aquiles dependerá de la edad, el nivel de actividad así como de la gravedad de la lesión. En general, los deportistas, suelen elegir la cirugía para reparar el tendón de Aquiles cuando está totalmente roto y que consiste en la aproximación y sutura de los extremos tendinosos, mientras que las personas mayores o sin actividad física elegirán un tratamiento conservador con reposo con uso de muletas para andar, inmovilización con yeso o dispositivos funcionales desarrollados a tal efecto.
Después de cualquier tratamiento se deberá realizar ejercicios de fisioterapia para fortalecer los músculos de la pierna así como del tendón de Aquiles con lo que la mayoría de las personas recuperará su nivel de actividad normal en un período de cuatro a seis meses. Es importante continuar con el entrenamiento de fuerza y estabilidad posteriormente, dado que algunos problemas pueden persistir hasta un año después.